Plantar Iglesias No Es Copiar y Pegar

 

Por Luis Alberto Sánchez

Cuando las startups enseñan sobre el Reino

En el ecosistema tecnológico de ciudades como Austin, Medellín o Lima, los emprendedores han aprendido una lección crucial: la innovación exitosa nunca es resultado de copiar y pegar código de otra aplicación. Las startups que trascienden crean productos que responden específicamente a las necesidades de su mercado, preservando principios fundamentales, pero adaptando la ejecución al contexto local. Una aplicación de delivery que funciona en Nueva York fracasará en Santiago de Chile si simplemente replica el modelo sin entender las dinámicas de tráfico, cultura de propinas y comportamiento del consumidor chileno.

Tim Keller capturó esta verdad esencial para el Reino cuando escribió: "La contextualización no es darle a la gente lo que quiere escuchar, sino dar las respuestas de la Biblia a preguntas sobre la vida que la gente en su tiempo y lugar particular está haciendo, en lenguaje y formas que puedan comprender ". Cuando Jesús envió a los setenta y dos discípulos de dos en dos a "a todo pueblo y lugar adonde él pensaba ir " (Lucas 10:1, NVI), no les entregó un manual de operaciones uniforme. Les dio principios del Reino, y los comisionó a contextualizar el Evangelio para cada ciudad específica. La centralidad del Evangelio permanece invariable, pero su expresión debe ser tan diversa como las ciudades que busca transformar.

El virus de la mentalidad franquicia

La Escritura revela que nuestro enfoque de multiplicación de iglesias a menudo refleja una mentalidad de franquicia más que una comprensión bíblica del Reino. Pablo confronta esta tendencia en 1 Corintios 3:6-9 (NVI): "Yo sembré, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento. Así que no cuenta ni el que siembra ni el que riega, sino sólo Dios, que es quien hace crecer. El que siembra y el que riega están al mismo nivel, aunque cada uno será recompensado según su propio t rabajo. En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios ."

Pablo no reproduce iglesias idénticas—cada congregación que planta refleja las necesidades específicas de su contexto urbano. La iglesia en Corinto enfrenta problemas de inmoralidad y división social que no aparecen en Tesalónica. La carta a los Efesios aborda cuestiones de sincretismo religioso irrelevantes para los Gálatas. El problema surge cuando confundimos métodos contextualizados con el mensaje eterno del Evangelio. La mentalidad de competencia nos lleva a replicar modelos exitosos como fórmulas mágicas, mientras que la colaboración generosa nos permite adaptar principios bíblicos a realidades urbanas específicas.

El ADN inmutable del Evangelio

El Evangelio nos revela un modelo de multiplicación que equilibra perfectamente la fidelidad bíblica con la innovación contextual. La centralidad del Evangelio significa que Cristo crucificado y resucitado es el ADN no negociable de toda iglesia plantada, pero la expresión de ese ADN debe ser tan diversa como las ciudades que necesita alcanzar. Jesús mismo modeló este principio cuando Su ministerio en Galilea rural difería dramáticamente de Su enfoque en la Jerusalén urbana, manteniendo siempre el mismo mensaje redentor.

La renovación constante en el Evangelio libera a los plantadores de iglesias tanto del tradicionalismo paralizante como del innovacionismo superficial. No necesitamos replicar metodologías exitosas de otras ciudades, pero tampoco podemos ignorar principios bíblicos probados. Cristo como modelo de liderazgo emprendedor nos enseña que la innovación genuina surge cuando comprendemos profundamente tanto el texto bíblico como el contexto urbano.

Esta perspectiva transforma radicalmente nuestra aproximación a la multiplicación. En lugar de exportar modelos eclesiásticos, desarrollamos capacidades para discernir cómo el Evangelio eterno debe encarnarse en cada cultura urbana específica. Un ejemplo poderoso de esto es San Pedro Church, que plantó cuatro iglesias con los mismos principios del Evangelio y mentalidad de Reino, pero cada una contextualizada para diferentes segmentos culturales: Pasión por Cristo para cultura suburbana de clase media, Núcleo enfocado en profesionistas y estudiantes universitarios, Iglesia Náhuatl para hablantes de náhuatl, y Ebenezer para comunidades de clase social media-baja. Todas se parecen en su comprensión del Evangelio, pero todas son diferentes en su expresión del Evangelio.

Una iglesia plantada en el centro financiero de una ciudad enfrentará desafíos de materialismo y competitividad diferentes a una congregación en un barrio de inmigrantes luchando con supervivencia económica y preservación cultural. Ambas necesitan el mismo Evangelio, pero expresado con sensibilidad cultural específica.

El liderazgo emprendedor redimido por el Evangelio significa que los plantadores desarrollan tanto competencias teológicas como inteligencia cultural urbana. No son franquiciados implementando un modelo corporativo, sino misioneros que traducen verdades eternas a lenguajes urbanos contemporáneos.

Laboratorios de innovación del Reino

La unidad y colaboración generosa en multiplicación de iglesias requiere un cambio paradigmático hacia lo que podríamos llamar "plataformas del Reino".

Primero, las iglesias maduras deben desarrollar herramientas de multiplicación que preserven principios bíblicos mientras permiten adaptación contextual masiva. Esto significa crear recursos de plantación que funcionen como plataformas—estructuras teológicas sólidas que diferentes denominaciones pueden personalizar según sus contextos urbanos específicos.

Segundo, necesitamos ecosistemas de entrenamiento multidenominacionales donde plantadores bautistas aprendan de metodistas sobre discipulado sistemático, mientras pentecostales enseñan sobre oración y adoración dinámica, y presbiterianos comparten sobre gobierno eclesiástico saludable. Sin importar nuestra tradición denominacional, cada plantador necesita exposición a la riqueza del Cuerpo de Cristo completo para desarrollar iglesias que sean bíblicamente robustas y culturalmente relevantes.

Tercero, debemos establecer redes de mentoría cruzada donde plantadores experimentados de diferentes tradiciones acompañen nuevos líderes, no para reproducir clones denominacionales, sino para desarrollar innovadores del Reino que comprendan tanto las Escrituras como sus ciudades. La multiplicación no es suma de esfuerzos, sino exponenciación de gracia cuando diferentes tradiciones aportan sus fortalezas distintivas al proceso de plantación.

Ciudades que florecen en diversidad

Imagine ciudades donde la multiplicación de iglesias opera como un laboratorio de innovación del Reino en lugar de una línea de ensamblaje denominacional. Donde cada nueva congregación emerge con el ADN del Evangelio, pero con expresiones únicas que alcanzan segmentos urbanos específicos: iglesias que ministran a emprendedores tecnológicos, congregaciones que sirven a familias migrantes, comunidades que transforman barrios marginados, iglesias que discipulan artistas y creativos.

Esta multiplicación orgánica genera un florecimiento exponencial porque cada iglesia plantada se convierte en centro de innovación contextual que enriquece todo el ecosistema. El carácter multiplicador de Dios se refleja en ciudades donde la diversidad denominacional produce sinergia, no competencia, donde plantadores aprenden unos de otros y adaptan constantemente sus métodos mientras preservan celosamente el mensaje.

La invitación es audaz pero alcanzable: convertirnos en movimientos multiplicadores que demuestren al mundo que el Evangelio puede crear unidad en diversidad, innovación en fidelidad, y transformación en cada expresión contextual única que emerge cuando las iglesias dejan de copiarse y comienzan a colaborar en la creatividad infinita del Reino.

"Plantar iglesias no es copiar un modelo, sino traducir el Evangelio eterno al lenguaje único de cada ciudad, donde la fidelidad a Cristo se encuentra con la creatividad del Reino."

 
 

Sobre el Autor:

  • Luis Alberto Sánchez es un pastor plantador de iglesias en Monterrey, México. Es un miembro activo del Ecosistema Monterrey, una red de líderes y ministerios que colaboran para el florecimiento de la ciudad a través del evangelio.